Brecha de Aprendizaje
La brecha de aprendizaje es uno de los retos identificados en el reporte “El estado de la educación en México”, elaborado en 2023. En este video exploramos cómo los bajos logros académicos, los malos resultados en la prueba PISA y las desigualdades de género siguen limitando las trayectorias educativas de millones de estudiantes mexicanos.
En el mundo actual, el acceso a la educación no garantiza el aprendizaje necesario para que los jóvenes alcancen sus metas académicas y profesionales. En México, este desafío se ve reflejado en los resultados de la prueba PISA 2022, donde nuestro país ocupó el lugar 35 de los 37 países miembros de la OCDE evaluados.
Los datos son preocupantes: mientras el promedio de los países de la OCDE alcanza los 478 puntos, México obtuvo 407. Las áreas con mayores déficits son Matemáticas (-77 puntos en comparación con el promedio), Ciencias (-75 puntos) y Comprensión Lectora (-61 puntos). Además, los resultados han ido en retroceso desde el año 2000, con caídas significativas en las últimas ediciones de la prueba.
Pero, ¿por qué importa esto? Porque habilidades clave como el pensamiento matemático, crítico y creativo son fundamentales en un mercado laboral que demanda competencias avanzadas en tecnología, investigación y resolución de problemas. Sin estas herramientas, nuestra juventud enfrenta desventajas competitivas que limitan sus oportunidades.
A esta problemática se suma la persistente brecha de género. Aunque niñas y niños suelen desempeñarse de manera similar en Ciencias y Matemáticas en los primeros grados escolares, las niñas suelen tener menos confianza en sus capacidades en estas áreas. Esto se traduce en expectativas desiguales dentro de las familias: solo el 13% de los hogares espera que sus hijas sigan una carrera en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), frente al 35% que lo espera para los hijos varones.
Estas brechas no solo reflejan disparidades en el sistema educativo, sino también en las creencias y actitudes que afectan la autoestima, motivación y aspiraciones de las niñas. Para asegurar una educación de calidad y equitativa, es vital fomentar la confianza, derribar estereotipos y generar oportunidades iguales para todos.
La educación de calidad no es solo un derecho; es un requisito para el futuro. Cerrando estas brechas, lograremos que la escuela no solo enseñe, sino también inspire, y que cada joven en México tenga la oportunidad de cumplir su potencial.
¿Qué pasos estamos dispuestos a tomar para hacer realidad este cambio? La respuesta nos involucra a todos.
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