El bienestar socioemocional es imprescindible para el aprendizaje
El desarrollo de habilidades socioemocionales es esencial no solo para la convivencia escolar sino también para el desempeño académico y la salud mental. Analizamos su impacto y la necesidad de políticas educativas que fomenten estas competencias.
El desarrollo de habilidades socioemocionales (HSE) es un componente fundamental para la vida, ya que al formar parte de la sociedad, en un escenario ideal, cada niño, niña y joven deberá aprender a relacionarse con otras personas, velar por su bienestar, superar desafíos y manejar sus emociones.
En las últimas décadas las HSE han cobrado relevancia gracias a la vasta evidencia de su fuerte relación con el desempeño escolar, la salud física y mental, la convivencia ciudadana, la productividad, entre muchos otros (UNESCO, 2021b; Zins et al., 2004).
La UNESCO las define como “el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que permiten a las personas relacionarse consigo mismas y con los demás de manera saludable, navegando en un mundo social interconectado como individuos autónomos, responsables y motivados” (ERCE 2019).
Las y los estudiantes no aprenden en solitario, sino en colaboración con sus pares, en compañía de sus maestros y con el apoyo de sus familias. Dado que los factores sociales, familiares, personales y escolares influyen en la vida y las decisiones de cualquier persona, las emociones que se deriven de esos factores pueden facilitar o dificultar su aprendizaje y éxito en la escuela. Por lo tanto, desde las escuelas se debe prestar atención al bienestar emocional de todos y todas las estudiantes.
Si bien en todo el mundo la evidencia ha mostrado una gran necesidad por promover la salud mental y el bienestar socioemocional, en México varios indicadores han levantado mayores alarmas al respecto. Las escuelas, como espejo de la sociedad, lejos de ser un espacio seguro para muchas y muchos estudiantes, han sido lugares de réplica de la violencia generalizada presente en todo el país.
De acuerdo con el informe de PISA 2018, en México, el 23% del estudiantado de 15 años informó haber experimentado algún tipo de bullying durante el mes anterior a la realización de la prueba, y la mayoría está de acuerdo con que esto impacta su desempeño escolar.
En muchos casos, la violencia en el ambiente escolar deriva de un entorno que acepta y legitima las conductas violentas debido a la cultura arraigada de agresiones que se tiene en la sociedad, aunado a la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos de las NNAJ. (niños, niñas, adolescentes y jóvenes)

Algunas de las causas asociadas con la violencia escolar son:
- El predominio de la violencia entre iguales ante el desconocimiento de formas eficaces para resolver conflictos.
- Insuficiencia de información sobre los tipos y efectos de la violencia en la escuela.
- La ausencia de mecanismos eficaces para prevenir y erradicar la violencia.
- Políticas criminalizantes.
- Falta de vinculación de la violencia escolar con el entorno personal y social, así como la inexistencia de una configuración normativa adecuada.
Fuente: Justicia Cotidiana, 2016
De acuerdo con el Banco Mundial, la violencia en las escuelas afecta profundamente a los NNAJ, muchas veces por el resto de su vida. Las cifras son alarmantes: uno de cada tres estudiantes en las escuelas secundarias se ve afectado por violencia física y uno de cada cuatro por acoso escolar. Si bien existen diferencias entre los países, la prevalencia de la violencia en las escuelas es alta en prácticamente todos los países. En muchos, el castigo corporal por parte de los maestros también sigue siendo generalizado, a pesar de que se ha demostrado que no es un mecanismo eficaz para el aprendizaje (Wodon y Fevre, 2021) La OCDE afirma que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de acoso escolar en educación básica. Asimismo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que 7 de cada 10 niños han sido víctimas de este problema. (Justicia Cotidiana, 2016)
De acuerdo con datos de la SEP para el ciclo escolar 2018-2019 recuperados en el Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes 2020-2024 (DOF, 2021): En particular, la violencia contra las mujeres ha mostrado datos alarmantes en los últimos años.
La violencia en las escuelas
De los estudiantes en las escuelas secundarias se ve afectado por violencia física. La OCDE afirma que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de acoso escolar en educación básica
De los estudiantes en las escuelas secundarias se ve afectado por acoso escolar. La OCDE afirma que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de acoso escolar en educación básica
niños han sido víctimas de este problema según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
de las mujeres de 15 años o más han sufrido violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y/o discriminación a lo largo de su vida. (INEGI, 2021)
Ser víctima de violencia en la escuela tiene una amplia gama de efectos negativos. Se asocia con una mayor probabilidad de trastornos de salud como: no dormir bien, dolor de cabeza y espalda, así como comportamientos de riesgo como consumir drogas y alcohol, o tener relaciones sexuales a una edad más temprana. La probabilidad de considerar o planificar un suicidio también es mayor cuando las NNAJ sufren violencia en la escuela
Es urgente mirar los mecanismos de agresión que se perpetúan en toda la sociedad y específicamente en las escuelas, en la relación estudiante-docente y estudiante-estudiante; e implementar programas que le permitan tanto a estudiantes como docentes manejar sus emociones (lo cual no significa reprimirlas). Además, debemos promover una cultura de diálogo y acompañamiento por parte de los docentes para que sus estudiantes puedan transmitir y trabajar sus emociones de manera sana.