Nueva York demanda a empresas de redes sociales para proteger la salud mental de los jóvenes
Respondiendo a una creciente crisis de salud mental entre los jóvenes, Nueva York ha emprendido acciones legales contra importantes redes sociales, acusándolas de agravar la crisis de salud mental entre niños y adolescentes y afectar su aprendizaje.

La Ciudad de Nueva York, junto con sus sistemas educativos y de atención médica públicos, ha anunciado una acción legal contra las principales empresas tecnológicas que operan plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat y YouTube. Argumentan que estas plataformas están exacerbando una crisis de salud mental entre los niños y adolescentes, lo que afecta su capacidad de aprendizaje.
Según el comunicado de la oficina del alcalde Eric Adams, la ciudad invierte anualmente más de cien millones de dólares en programas y servicios de salud mental dirigidos a la juventud.
La demanda se une a una serie de demandas presentadas por estados, distritos escolares y otras entidades, las cuales argumentan que las empresas de redes sociales están explotando a niños y adolescentes al crear características deliberadas que los llevan a revisar sus cuentas de forma compulsiva.
Los adolescentes son conscientes de que pasan demasiado tiempo en las redes sociales, pero se sienten incapaces de dejar de hacerlo.
Según estudios como el informe "Pew Research Center's Teens, Social Media & Technology", más del 90% de los adolescentes en Estados Unidos utilizan redes sociales regularmente. Las plataformas sociales más populares entre los adolescentes estadounidenses han variado con el tiempo. Sin embargo, en los últimos años, aplicaciones como Instagram, Snapchat y TikTok han sido particularmente populares entre este grupo demográfico.
La demanda solicita que la conducta de las empresas sea reconocida como una perturbación del orden público, y busca una compensación por daños y perjuicios cuya cantidad no ha sido especificada.
En sus respuestas a la demanda, las empresas tecnológicas argumentan que han implementado políticas y controles diseñados para priorizar la seguridad de los usuarios, y continúan trabajando en su desarrollo y aplicación.