Cómo enseñar a los estudiantes a usar la inteligencia artificial con responsabilidad
Tanto en la educación básica como en la superior, diversas instituciones han comenzado a implementar estrategias para enseñar el uso ético y eficaz de la IA.

El avance de la inteligencia artificial (IA) ha transformado la manera en que interactuamos con la información y resolvemos problemas. Por ello, es fundamental que los estudiantes aprendan a utilizar esta tecnología de manera responsable, desarrollando un pensamiento crítico que les permita evaluar sus beneficios y desafíos.
En la escuela primaria Barbara Morgan STEM Academy, ubicada en Meridian, Idaho, se ha implementado un programa innovador en el que los estudiantes de K-5 participan en clases semanales de laboratorio STEM. En estas sesiones, la maestra Lynnea Shafter introduce el uso de chatbots de IA, como MagicSchool AI, para fomentar la creatividad y el análisis crítico. Los alumnos de quinto grado utilizan la IA para generar ideas sobre cómo agradecer a miembros clave de la comunidad, como el personal escolar y los socorristas. Sin embargo, el enfoque principal no es solo usar la IA, sino evaluar su desempeño. Los estudiantes refinan sus preguntas y califican las respuestas del chatbot en categorías como relevancia, claridad, creatividad y consideraciones éticas.
Shafter destaca la importancia de que los alumnos sean analíticos y responsables con el uso de la tecnología. A través de este proceso, los estudiantes aprenden a cuestionar la veracidad y utilidad de la información generada por la IA, asegurándose de que sea inclusiva y apropiada. Por otro lado, en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte, se han establecido estrategias para garantizar el uso responsable de la IA en el ámbito académico.
Entre las recomendaciones, se promueve la transparencia en el uso de herramientas de IA, asegurándose de que los estudiantes comprendan las políticas de integridad académica. Dependiendo de cada curso, los docentes pueden permitir, restringir o regular el uso de IA, pero siempre fomentando un diálogo abierto sobre su papel en el aprendizaje.
Además, la universidad enfatiza la importancia de que la IA complemente, y no reemplace, el proceso de aprendizaje. Se recomienda diseñar tareas y evaluaciones auténticas que fomenten el pensamiento crítico, así como incorporar el uso de IA de manera estructurada, permitiendo que los estudiantes interactúen con ella de forma reflexiva.
Prácticas como desglosar proyectos en pasos, solicitar citas detalladas y basarse en contenido discutido en clase ayudan a evitar el uso inadecuado de estas herramientas.
Es fundamental que los estudiantes, desde la educación básica hasta la superior, aprendan a utilizar la IA dentro de un marco ético. No solo se trata de saber cómo funciona la tecnología, sino de desarrollar la capacidad de evaluar su impacto en la sociedad.
Con iniciativas como las de Idaho y Carolina del Norte, se está formando una nueva generación de ciudadanos digitales críticos y responsables, capaces de aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial.