La mitad de los estudiantes en el mundo han sufrido acoso
Según la UNESCO, la violencia en las escuelas impacta a mil millones de estudiantes. Los efectos de estas agresiones pueden ser profundos y duraderos, afectando la integridad física, la salud y el desempeño académico de niñas y niños.
Se estima que en el mundo mil millones de niñas, niños y adolescentes enfrentan cada año alguna forma de violencia en los entornos educativos. Naciones Unidas advierte que predomina el abuso físico, psicológico, emocional e incluso sexual.
La constante exposición a dispositivos móviles y redes sociales, señaló la UNESCO, ha ocasionado que las agresiones vayan más allá de los límites de las aulas o escuelas, el ciberacoso afecta a 1 de cada 10 alumnos en el mundo, esto significa que la violencia se amplifica fuera del espacio escolar.
Durante la Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra los Niños, celebrada del 5 al 7 de noviembre en Colombia, la UNESCO presentó el informe: “Safe to learn and thrive. Ending violence in and through education”, en el que se dio a conocer que a nivel global, 1 de cada 3 estudiantes experimentó acoso en el mes anterior y más de 3 se involucraron en peleas físicas con sus compañeros.
El informe subraya que el género, el origen étnico, la situación socioeconómica, la orientación sexual o distintos factores de identidad pueden detonar agresiones que afectan el aprendizaje y la salud mental de los estudiantes y llama a tomar acción urgente, desde un enfoque holístico, para crear un entorno de aprendizaje seguro, inclusivo y equitativo.
En México, según datos de la Encuesta sobre acoso escolar entre estudiantes de educación secundaria, elaborada por la Comisión Nacional para la Mejora Continúa de la Educación, 11% de los estudiantes reconoció haber agredido a sus compañeros. 7.1% de manera ocasional, 3.9% de manera recurrente y el 89.1% reportaron nunca haber agredido.
Para mitigar la violencia escolar, organismos como la UNESCO y UNICEF sugieren estrategias integrales que involucran a estudiantes, docentes, familias y comunidades. Algunas recomendaciones son:
- Promover la educación inclusiva y la cultura de paz:
Desarrollar políticas escolares y planes de acción que fomenten un ambiente seguro, basado en la amabilidad y la inclusión. Las escuelas deben trabajar activamente en la construcción de una cultura de respeto y empatía para reducir conductas violentas y fomentar relaciones positivas entre los estudiantes - Capacitar a los docentes en técnicas de disciplina positiva:
UNICEF recomienda que los docentes adopten métodos de disciplina que no recurran a la violencia, promoviendo el manejo de conflictos de manera pacífica y enseñando a los estudiantes habilidades de resolución de conflictos y autocontrol. Esto puede contribuir a reducir el acoso y la violencia en el aula - Involucrar a los estudiantes en la prevención de la violencia:
Una medida práctica es realizar actividades que sensibilicen a los estudiantes sobre la violencia y les permitan crear iniciativas de prevención. Por ejemplo, organizar concursos creativos, como cómics sobre la paz, o debates sobre la seguridad en internet. Esto fomenta la participación de los estudiantes en crear entornos seguros y solidarios - Incluir a las familias en la educación sobre la violencia:
Los padres y cuidadores pueden desempeñar un rol fundamental hablando con sus hijos sobre el respeto y cómo reaccionar ante situaciones violentas. También es esencial que estén informados sobre cómo abordar el acoso y el ciberacoso, y que mantengan un diálogo abierto con la escuela sobre estos temas
Estas recomendaciones se basan en la evidencia de que la violencia escolar afecta el bienestar y el desarrollo de los estudiantes, y que la colaboración entre distintos actores es clave para construir ambientes escolares más seguros y saludables.
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