La evolución de la política educativa en México a lo largo de las épocas
La historia política de México es una narrativa compleja y multifacética que abarca desde la era virreinal hasta el México contemporáneo del siglo XXI. Hagamos un recorrido rápido por las etapas de nuestro país y advirtamos dónde se ha fallado en la implementación de las políticas educativas.
La historia política de México es una narrativa compleja y multifacética que abarca desde la era virreinal hasta el México contemporáneo del siglo XXI, en cada una de esas etapas, nuestro país fue naciendo con profundas desigualdades que se acentuaron con la herencia de las fuertes divisiones de clases y la falta de políticas públicas que contribuyeran a borrar las brechas que se hacen cada vez más profundas.
Aunque en algunos gobiernos se ha apostado por la Educación como un factor que contribuya a la movilidad social y a favorecer la igualdad social, cada vez más me convenzo que fenómenos como la pobreza, la corrupción y la ignorancia son más fuertes que el impulso que la escuela pueda dar a los chicos para lograr cambios en su vida.
Un breve recorrido en el México Virreinal
En el México Virreinal (siglo XVI) la llegada de los conquistadores españoles a México dio origen a una etapa que estuvo marcada por profundas repercusiones en la sociedad y la política del país. Los conquistadores, motivados por la búsqueda de riquezas y poder, impusieron un sistema de dominación que relegó a la población indígena a un estatus de subordinación y explotación, generando una sociedad estructurada en dos grandes grupos, una República de los Españoles y otra para los Indios; pero fue la presencia de los mestizos que desafió estas divisiones generando nuevos grupos diversos y heterogéneos. Sin embargo, el dominio político estuvo a cargo de unos pocos pertenecientes a la nobleza, convirtiendo los puestos públicos en propiedad de ciertas familias poderosas que contribuyó a multiplicar la desigualdad social.
La educación en este periodo estuvo a cargo de órdenes medicantes, es decir grupos religiosos que vivían de la caridad y que se encargaban de difundir la religión católica, pero la llegada de los españoles y la de los grupos religiosos se enfrentó con sistemas educativos propios como lo fueron las escuelas llamadas Calmécac (para los hijos de la nobleza azteca) y los Telpochcalli (para los hijos del pueblo maya), pero tras la conquista en 1521, los españoles introdujeron su propio sistema educativo. Las órdenes religiosas, especialmente los franciscanos, dominicos y jesuitas, jugaron un papel crucial en la educación. Cada una de estas órdenes religiosas apostó por grupos específicos y con currículos que identificaron como los mejores. Si bien en el siglo XVI se establecieron varias escuelas, éstas se fueron disponiendo para los hijos de los españoles o de la nobleza indígena. También fue notorio que fueron en las grandes ciudades coloniales donde se establecieron centros educativos dejando a un lado a los grupos de comunidades más alejadas y pobres. La tasa de alfabetización en idioma español era baja y la población indígena no tenía acceso a la educación formal y continuaba con sus propias tradiciones educativas.
Es evidente que la educación estaba en manos de particulares, quienes no tenían la posibilidad de construir políticas educativas que tuvieran impacto en todo nuestro territorio, y el gobierno español no advertía la importancia de la educación de los grupos mexicanos. Esta diferencia hasta nuestros días aún no ha podido resolverse.
Una mirada al México Independiente
Para el siglo XIX el movimiento de independencia (proclamada en 1821) y la lucha por la autodeterminación de México frente al dominio español señala el inicio de una nueva etapa para el país, pero que no logra una nueva reestructuración en la sociedad, ya que el poder quedó en manos de los criollos que mantuvieron la estructura social y económica colonial intacta. La sociedad seguía estando dividida, con criollos y mestizos en la cúspide del poder, mientras que la gran masa de población indígena continuaba sufriendo explotación y marginación. Pero además se suma que a mitad de este siglo se da una gran lucha entre criollos y mestizos lo que los distrajo por mantener el poder y la influencia, dejando de ver las urgentes necesidades de consolidar un México Independiente que incluyera a todos los sectores, por el contrario la combinación de inestabilidad política e inestabilidad económica facilitó que la elite provincial también encontrara formas de acumular riqueza a costa del erario. Otros fenómenos que contribuyeron a enfatizar las desigualdades crecientes fueron por un lado la desestructuración de las capacidades productivas del país, especialmente la mineras; el desmantelamiento de la maquinaria fiscal, especialmente la disminución de impuestos a ciertos sectores; la falta de apoyos al sector agrario; entre otros.
Y en la educación se marca el final del siglo XIX e inicio del XX un atraso significativo en cuanto a la condición de alfabetismo de la población general. Ya el primer Censo General de Población 1895, registró una tasa de analfabetismo de 82.1, es decir, para ese año en México por cada 100 habitantes 82 no sabía leer ni escribir. Este mismo Censo reportó una población de 12,700,294, mientras que el total de personas que sabían leer y escribir era de 1,782,822, esto nos da como resultado que tan solo el 14 % de la población estaba alfabetizada, mientras que el otro 86% no lo estaba, existiendo en el país aproximadamente 9,682 escuelas primarias públicas y privadas para toda la población.
Las políticas educativas estaban dictadas por las regiones, pero no se logró establecer políticas educativas para llegar a toda la población.
Y cómo se visualiza el México Revolucionario
El siglo XX fue testigo de la Revolución Mexicana, un movimiento popular que buscaba transformar la sociedad y derrocar a las élites dominantes. La Revolución Mexicana representó un punto de inflexión en la historia del país, marcando el fin del dominio de las élites criollas y el inicio de un nuevo orden político. El movimiento revolucionario estuvo liderado por una amplia gama de actores, incluyendo campesinos, obreros, intelectuales y caudillos regionales. Sin embargo, a medida que avanzaba, el movimiento fue mediatizado por caudillos e ideólogos que buscaban consolidar su propio poder. La clase media emergió como un actor político clave durante esta etapa, luchando por acceder al poder y modernizar el país. Sin embargo, la consolidación del poder llevó a la institucionalización de un sistema político dominado por un partido único, el Partido Nacional Revolucionario (PNR), que perpetuó las estructuras de poder existentes.
Entre los más destacado del movimiento revolucionario se subraya:
- La disminución en los niveles de desigualdad de ingresos es producto de los logros de la Revolución: las conquistas laborales (establecimiento del salario mínimo, el derecho a huelga, la reforma agraria y los impuestos progresivos).
- La reforma agraria y su aceleración en el gobierno de Obregón con el reparto de más de un millón de hectáreas, disminuyó las fortunas de muchos terratenientes.
- Introducción del impuesto sobre la renta (ISR) y se reintrodujo el impuesto sobre las herencias, esto parecía dar esperanza al sistema fiscal mexicano, sin embargo, se volvió un factor en la mayor desigualdad regional del país.
- La tecnología detrás de la expansión de la manufactura en México sustituía trabajo por capital y por lo tanto no impulsaba la demanda de más trabajadores. La combinación del crecimiento poblacional con un sector industrial que puede absorber pocos trabajadores creó una fuerte divergencia entre sectores de la economía en el momento que el sector agrícola comenzaba a perder dinamismo. En pocas palabras, la reforma agraria llegó tarde para que realmente beneficiara a los campesinos y la industria no los podía absorber.
Pero y ¿qué pasaba en el terreno educativo? En el segundo Censo General de Población de 1900, el dato pasó a 77.7, o sea, al inicio del segundo milenio casi 78 personas de cada 100 no sabían leer ni escribir. Para finales del siglo XIX había una población de 13,545,462 y el total de personas que sabían leer y escribir era de 1,002,692 hablamos que tan solo el 7.4 % de la población estaba alfabetizada mientras que el otro 92.6 % eran analfabetas. Si bien se observaba un crecimiento de la infraestructura educativa, no había políticas públicas en pro de la calidad educativa y que podrían haberse manifestado en la formación de maestros, en la identificación de metodologías adecuadas para el aprendizaje, el apoyo educativo a los sectores más vulnerables y alejados del país o al equipamiento de escuelas, etc.
La enormes brechas que se habían establecido desde la conquista fueron una motivación para el movimiento revolucionario, pero no suficiente para crear una clase política que estableciera un plan educativo para ayudar a la población de todas las condiciones a tener acceso a la escuela, tener una escuela digna, contar con docentes preparados, establecer presupuesto suficiente para atender a todos los niños, niñas y adolescentes en edad de acceder a la escuela. Nunca advirtieron políticas educativas que fomentaran la igualdad y esto ocasionó que las brechas fueran haciéndose más grandes.
El Siglo XX y el Partido Único
La creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) marcó el inicio de una era de estabilidad política en México, pero también de estancamiento social y falta de representatividad. El PRI, sucesor del PNR (desde 1928), gobernó México durante más de siete décadas, manteniendo un control absoluto sobre el país y limitando la participación de la sociedad y de la oposición política. El PRI controlaba todas las instituciones del Estado y limitaba las libertades civiles, lo que generó el crecimiento de la corrupción e impunidad que beneficiaba a las élites dominantes. A pesar de las reformas políticas y sociales promulgadas durante este período, las desigualdades persistieron y la participación ciudadana fue reprimida.
Las crisis económicas de las décadas de 1980 y 1990 trajeron consigo una ruptura en la tendencia; la desigualdad de ingresos comenzó a subir de nuevo. El incremento de la informalidad y una economía que crecía poco no fue una combinación para mejorar los salarios. Una vez más el cambio estructural en la economía mexicana, esta vez en la forma de desindustrialización de la economía, jugó un rol desigualador.
Y esto también impacta a la educación, para finales del siglo XIX ya había una población total de 81,249,645 mientras que la población que sabía leer y escribir era de 59,759,449, hablamos de que 73.55% de la población estaba alfabetizada mientras que el otro 26.45% no lo estaba. Para el año 1990, se estima que había alrededor de 82,300 escuelas primarias en México. Este número refleja un crecimiento significativo en comparación con las décadas anteriores, resultado de políticas educativas que buscaban expandir la cobertura escolar en todo el país, pero no necesariamente la calidad educativa.
Si bien es cierto que las intenciones del partido único era favorecer a toda la población, las políticas educativas contaban con poco presupuesto, mismo que se pulverizaba en iniciativas diversas y poco evaluadas. El país se seguía debatiendo entre la estabilidad socio-política y las diferencias que se hacían más marcadas. Por lo que los funcionarios públicos se centraban más en dar soluciones rápidas y superficiales que en poco resolvieron los profundos problemas que se escondía detrás del analfabetismo, la reprobación escolar, la deserción escolar, el rezago educativo, la falta de eficiencia terminal, la falta de calidad en los servicios educativas, la falta de un sistema de información que diera seguimiento a los maestros y los estudiantes, la frágil infraestructura educativa, la falta de normales, la escasa actualización y evaluación de los profesores.
Con 72 años que gobernó consecutivamente el país, este partido tuvo 32 Secretarios de Educación, algunos de ellos que no duraron ni un año en sus funciones. Estos cambios parecen avisarnos de la poca importancia que se ha dado a la educación y a mantener políticas educativas sostenidas, que se evalúen, que se mejoren, que se escalen y se mantengan aquellas que muestran gran impacto.
Actual (Siglo XXI)
En el México contemporáneo del siglo XXI, la búsqueda de democracia y justicia continúa siendo una lucha constante para los ciudadanos mexicanos. El gobierno actual, liderado por el partido MORENA, ha prometido un cambio radical en la política de seguridad del país, centrándose en abordar las causas subyacentes de la violencia y la desigualdad.
Sin embargo, la realidad política y social de México sigue siendo compleja, con tensiones entre el gobierno y la sociedad civil, y desafíos persistentes en materia de corrupción e impunidad. La participación ciudadana sigue siendo fundamental para impulsar cambios significativos en el país y garantizar un futuro más justo y equitativo para todos los mexicanos; pero no ha logrado encontrar un espacio de participación sostenido.
Del total de la población, según los últimos datos recopilados sobre la Medición multidimensional de la pobreza, el 36.3% de la población de México estaba en situación de pobreza, lo que representa a 46.8 millones de personas, con un promedio de 2.6 carencias por persona (dimensiones o indicadores de bienestar ausentes, entre ellos el acceso a la educación, salud, alimentación, etc.). Dentro de esta categoría, el 29.3% estaba en pobreza moderada (37.7 millones de personas) y el 7.1% en pobreza extrema (9.1 millones de personas). Además, el 29.4% de la población era vulnerable por carencias sociales, mientras que el 7.2% era vulnerable por ingresos. El 27.1% de la población no era ni pobre ni vulnerable, por lo que hablar de equidad es aún lejano en este país. Y lamentablemente la desigualdad está ligada a fenómenos estructurales y especialmente a falta de decisiones políticas asertivas.
La educación sigue con graves carencias, tanto de cobertura como de calidad; ahora el problema no solo consiste en ofrecer un centro educativo cercano a los usuarios (que en zonas indígenas y rurales aún faltan) sino que ahora las deficiencias se manifiestan en reprobación, rezago y deserción, lo que agrava el problema. En pleno siglo XXI sigue habiendo analfabetismo, de acuerdo con el último censo poblacional actualmente hay una población total de 126,014,024 personas de las cuales 106,875,252 personas saben leer y escribir, dándonos que el 84.81 % de la población total está alfabetizada, mientras que el otro 15.19% no lo está.
La historia política y la política educativa de México es una historia de lucha y resistencia, marcada por la búsqueda constante de justicia y democracia para los ciudadanos. A lo largo de los siglos, los mexicanos han enfrentado desafíos y obstáculos, pero también han demostrado una notable capacidad de resiliencia y determinación en la lucha por un futuro mejor.
Pero si queremos consolidarnos como país no podemos seguir apostando por una educación sin políticas que definan el rumbo del país, una educación que quede en manos del partido que hizo que alguien llegara al poder (porque lo que se establecen son políticas de gobierno y no políticas de estado), en manos de funcionarios que descalifican lo hecho por sus antecesores y que no respetan a los funcionarios que han impulsado políticas educativas que han demostrado su impacto positivo, o que quieren pasar a la historia cambios nombres de propuestas o de programas.
Los países que han podido superar su pasado han apostado por un Plan Educativo de hasta 30 años con políticas educativas bien focalizadas, con políticas educativas que se evalúan constantemente, con políticas educativas que cuentan con presupuesto suficiente, con políticas educativas que apuestan de forma diferenciada para cada población y sus problemas.
¿Qué debemos hacer para que México cuente con un Sistema Educativo que forme a los mejores mexicanos?
Fuentes de consulta:
- https://www.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/historicos/1329/702825410421/702825410421.pdf
- https://www.inegi.org.mx/programas/
- https://archive.org/details/censogeneraldel00unkngoog
- https://www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/mexico-during-the-porfiriato.html#obj005
- https://www.planeacion.sep.gob.mx/principalescifras/
- https://www.nhmdemexico.colmex.mx/cap-2.php
- https://e1.portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad3/culturanovohispana/educacion
- https://storymaps.arcgis.com/stories/7602ac86739c425d9f6c0e2a6b662d9f
- https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2022.aspx
- https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/interactivos/?pxq=Hogares_Hogares_15_9954f9c6-9512-40c5-9cbf-1b2ce96283e4&idrt=54&opc=t