¿Es Suficiente el Gasto en Educación? Retos Globales y Oportunidades
El informe Education Finance Watch 2024 revela que, aunque el gasto global en educación ha aumentado, los recursos por niño han disminuido en países con bajos ingresos.
El gasto en educación es un tema clave para el desarrollo global, ya que influye directamente en la calidad del aprendizaje, la equidad social y el crecimiento económico. Este concepto abarca la inversión realizada por gobiernos, hogares y donantes internacionales para garantizar que las poblaciones tengan acceso a una educación adecuada. Sin embargo, en un contexto global donde las desigualdades y los retos educativos persisten, es crucial analizar cómo y dónde se destinan estos recursos.
El informe 2024 Education Finance Watch (EFW) del Banco Mundial y la UNESCO revela que, aunque el gasto total en educación ha aumentado durante la última década, los recursos por niño se han estancado o incluso disminuido en países con ingresos bajos y poblaciones crecientes. Este fenómeno pone de manifiesto que el incremento general del gasto no ha sido suficiente para cubrir las necesidades educativas, especialmente en regiones que enfrentan una crisis de aprendizaje.
Un hallazgo preocupante del informe es la eficiencia y equidad en el uso de recursos. Muchos países deben optimizar la gestión de sus sistemas educativos para garantizar que el gasto tenga un impacto positivo en los resultados de aprendizaje. Esto incluye asignar recursos a programas más efectivos, atender necesidades locales y mejorar la gestión escolar para maximizar el rendimiento docente y el uso de recursos.

El informe también señala una tendencia a la baja en la proporción de la ayuda internacional destinada a la educación. Aunque los montos absolutos siguen siendo significativos, la educación pasó de representar el 9.3% de la ayuda total al desarrollo en 2019 al 7.6% en 2022. Este cambio refleja nuevas prioridades, como la respuesta a la pandemia y el apoyo a crisis globales como la guerra en Ucrania.
Otro reto crucial es el impacto de la deuda internacional. En países de ingresos bajos y medianos, los recursos destinados al servicio de la deuda compiten directamente con los presupuestos educativos. Esto limita las posibilidades de invertir en sistemas educativos sostenibles. Para aliviar esta presión, el informe sugiere explorar mecanismos innovadores de financiamiento y mejorar la recopilación de datos para una gestión más transparente.
De cara al futuro, las áreas de oportunidad en la inversión educativa incluyen no solo movilizar más recursos, sino también emplearlos de manera eficiente y equitativa. Garantizar el aprendizaje requiere un enfoque colaborativo entre gobiernos, donantes y comunidades para superar los retos financieros, sociales y estructurales que afectan a la educación global. Solo así será posible construir un sistema educativo que cumpla con las demandas del siglo XXI y permita un desarrollo integral y sostenible.